28 de junio de 2018

Ant-Man y el spanglish



¿Sabéis lo bueno de estar obsesionado con los superhéroes y tener un blog sobre traducción? Que siempre hay algo de lo que hablar. (Y si no lo hubiera, nos lo inventaríamos, que esto es internet). Me apuesto toda mi colección de diccionarios de Enrique Alcaraz a que solo comentar alguna de las últimas polémicas traductológicas relacionadas con el género ya me daría para una entrada entera. ¿Lo intento?

No os voy a mentir, centrarme en el doblaje de Deadpool 2 (2018) es muy tentador. Seguro que atraería a muchos lectores. La primera parte, estrenada en 2016 y con traducción de Darryl Clark y ajuste de Rafael Calvo, fue todo un éxito en este aspecto, llegando incluso a ser finalista en la categoría «Mejor traducción y adaptación para doblaje de película estrenada en cine» en los V Premios ATRAE. La secuela, que cuenta con un nuevo traductor, Pablo Fernández Moriano, sigue manteniendo el nivel y clavando la traslación de los chistes y el registro coloquial. Asimismo, se nota un especial cuidado en conseguir que las referencias al tebeo también funcionen en nuestro idioma y ya sabéis que eso me hace estar más contento que Ryan Reynolds ahora que todos hemos olvidado Linterna Verde (2011). Por desgracia, solo han hecho falta dos decisiones de traducción para eclipsar todas estas virtudes en muchos de los comentarios sobre el doblaje de la cinta: una mención a Enrique Bunbury y la inclusión de una muletilla de Belén Esteban («Yo por mi hija, mato»), que, a priori, desentonan un poco en una comedia cuyo humor se basa en referencias a la cultura americana. Cuando le pregunté por el asunto en Twitter, Pablo se tomó la molestia de redactar un hilo explicando cómo se llegó a estas adaptaciones (la primera fue elección suya, pero la segunda vino del cliente). También podéis oírle hablando de la peli en el programa Gente Despierta de RNE. Se demuestra una vez más que las circunstancias que pueden acabar afectando la obra de un traductor son muy diversas y que una parte muy importante de su trabajo consistirá en ser capaz de justificar de una manera razonable cada una de las estrategias que escoge. Tanta polvareda se ha levantado que hasta la «princesa del pueblo» (espero que solo del suyo) se ha hecho eco de la polémica en Twitter. Parece que los traductores no son los únicos a los que los equipos de marketing les dicen qué hacer…

Aun así, le tengo demasiado cariño a mis diccionarios especializados como para jugármelo todo a esa carta. Es un tema con tirón, sí, pero no deja de ser anecdótico y ya ha sido tratado en numerosos medios. No sé si da para una entrada como Stan Lee manda. ¿No hay alguna otra peli de justicieros encapuchados que se estrene pronto cuyo título en español haya dado que hablar en los mentideros cibernéticos? Eso siempre luce bien en un blog de traducción audiovisual. Ah, ya lo tengo…


El próximo miércoles cuatro de julio, el Hombre Hormiga favorito de los seguidores de Marvel vuelve a las salas de cine. Y esta vez no viene solo. El título de Ant-Man y la Avispa (2017) en nuestro país ha sembrado la polémica por mezclar el castellano y el inglés a la hora de denominar a la pareja de superhéroes. Mi única aportación a la discusión fue preguntarme a qué venía tanto revuelo en voz alta (o, mejor dicho, tuit alto). Para que comprendáis mi reacción solo voy a necesitar daros tres razones (ni siquiera me hacen falta trece) por las que este título no solo resultaba esperable, sino que también constituye la mejor versión posible dadas las circunstancias. Podéis ver que hoy he venido dispuesto a jugármela en cada párrafo. Allá vamos.

1. Mantiene la coherencia

Parece que, para los detractores del título, el principal problema es la decisión de traducir el nombre de la Avispa a nuestro idioma, lo que les provoca cierta extrañeza debido a su contraposición con el de Ant-Man. La verdad es que, ateniéndonos al doblaje de la cinta anterior, no existían muchas alternativas. En Ant-Man (2015), el profesor Hank Pym se refería al personaje de la siguiente manera: «Tu madre me convenció para que la dejara acompañarme en mis misiones. La llamaban la Avispa». La contradicción y la incoherencia son rasgos que definen al ser humano, pero no sé si me agrada la idea de que también definan a la traducción de diferentes entregas de una saga.

2. Es habitual en el género

Otra cosa que resulta especialmente sorprendente es que, en teoría, la mayoría de voces discordantes correspondían a aficionados al noveno arte que tendrían que estar más que acostumbrados a esta tendencia a mezclar nombres propios en diferentes idiomas. Tan solo hace falta echar un vistazo a algunas de las portadas que podemos encontrar en una tienda de cómics:


Ni siquiera hace falta haber tenido un tebeo en la mano alguna vez para percatarse de esta circunstancia. En la gran pantalla hemos visto compartir plano a Black Panther y el Capitán América, a Iron Man y la Viuda Negra o a Spider-Man y Ojo de Halcón. Aunque, claro, hasta ahora no los habíamos visto compartir título.

3. Respeta el cómic

Al menos, en parte. De hecho, la Avispa siempre se ha llamado así en las viñetas de las ediciones españolas de sus aventuras. Es Scott Lang el que ha visto modificado su alias superheroico en la gran pantalla desde la primera entrega, pasando de Hombre Hormiga, como le conocían los lectores, a Ant-Man. Suponemos que por razones de marketing y para facilitar su ajuste al movimiento de labios de los actores. Ya que ha sido posible que un 50% del título sobreviva a la unificación de marca y respete la traducción de los cómics, mejor no quejarse. Recordemos que en Los 4 fantásticos y Silver Surfer (2007) no cayó esa breva con Estela Plateada... (Anda, otro título en spanglish).

¿A que os he convencido?

Bueno, si no lo he logrado, al menos esta entrada me ha venido bien para ensayar. Para envidia de Cristina Cifuentes, este viernes 29 estaré en la Universitat Autònoma de Barcelona hablando de mi Trabajo de Fin de Máster, ¡Vengadores, reuníos! La intertextualidad en el cine de superhéroes, en el IX Simposio Internacional de Jóvenes Investigadores en Traducción, Interpretación, Estudios Interculturales y Estudios de Asia Oriental. No sé si alguien me preguntará por la traducción del título de Ant-Man y la Avispa, pero hay algo que sí tengo claro: podré llevarme conmigo la obra completa de Enrique Alcaraz. Voy a ir alquilando una furgoneta.

1 comentario:

  1. Según me han contado, esta decisión, como bien dices, no fue del traductor, y empezó hace no mucho por temas de marketing (creo que Ant-man fue la primera). Ya que todo el merchandising venía con el nombre ya en inglés (en las cajas de los muñecos, por ejemplo) y salía más caro crearlo nuevo con el nombre en español.

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