24 de abril de 2016

Camarero, hay un famoso en mi doblaje

Escuchar una voz conocida puede resultar tranquilizador en según qué ocasiones. Cuando estás solo en un lugar desconocido, cuando te encuentras alejado de tus seres queridos o, sobre todo, cuando estás viendo una película doblada. Al menos, eso parece que creen las productoras. Cada vez es más frecuente que en los doblajes colaboren famosos que no tienen demasiada experiencia en este campo. Especialmente, en las películas de animación. ¿Cómo y por qué se originó esta moda? ¿Cualquier personaje popular puede convertirse en actor de doblaje por obra y gracia del marketing? Y, lo que más nos interesa, ¿su presencia puede llegar a afectar a la traducción de una película? Hagamos un repaso por algunos de los «doblajes VIP» que han llegado a nuestras pantallas e intentemos encontrar respuesta a estos interrogantes. Si no lo logramos, al menos nos habremos codeado con las estrellas durante un rato. Igual hasta conseguimos algún autógrafo y todo.

Empecemos por el principio. Como os podéis imaginar, esto no nos lo inventamos nosotros. En EE. UU. también es habitual que el elenco de voces de las cintas animadas esté compuesto por actores famosos, aunque el proceso es bastante diferente, porque allí habitualmente graban sus líneas antes de que la película esté completa y la animación de los personajes se basa en su actuación. El caso es que no siempre ha sido así, antes eran profesionales del doblaje los que realizaban esta tarea. Sin embargo, el trabajo de Robin Williams como el Genio de Aladdin (1992) marcó un antes y un después. Aquello fue una unión perfecta entre actor y personaje. El Genio acabó convirtiéndose en el elemento más popular de la película. Desde entonces, se empezó a potenciar la inclusión de actores célebres en este tipo de proyectos hasta convertirse en algo habitual.

En Dreamworks Animation son unos auténticos especialistas en la materia. No hay ni una sola de sus producciones en las que no haya al menos media docena de famosos en los papeles principales. Esto supone una ventaja clara a la hora de promocionar sus productos y a los actores no les conlleva mucho esfuerzo, así que todo el mundo gana. Solo hace falta echar un vistazo a las fichas de tres de sus películas al azar en eldoblaje.com para darnos cuenta de que las versiones españolas no se quedan atrás. Comprobemos, por ejemplo, quien se encargó de doblar aquí El espantatiburones (2004), Madagascar (2005) o Vecinos invasores (2006). Aparecen ante nuestros ojos listas interminables de famosos de todo tipo. Algunos nombres ya ni siquiera nos suenan, porque gozaban de una alta popularidad en el momento del estreno y ya han caído en el olvido. Otros ni siquiera son actores. Muy pocos habían participado en doblajes previamente. 

Recordemos que en la versión original los papeles están hechos a la medida del intérprete y suelen basarse en su actuación y su voz. Por tanto, habrá que tener especial cuidado a la hora de buscar la voz española y no inclinarse simplemente por el famoso de moda. Hay que admitir que a veces se da en el clavo y se consigue encontrar a un rostro popular que encaja a la perfección con el personaje. Me vienen a la cabeza los casos de Josema Yuste como el ya mencionado Genio (muy a la altura de Williams), José Mota como el Asno de la saga Shrek o Anabel Alonso como Dory en Buscando a Nemo (2003), cuyas voces siempre se asociarán a estos personajes en nuestro idioma.