No habrá paz para los
malditos, pero tampoco vacaciones de verano para los traductores. Las polémicas
no tienen apartamento en Torrevieja y nos han estado haciendo compañía durante todos
estos días calurosos para ayudarnos a sobrellevar la soledad de quedarnos en
casa en agosto. La más notoria ha sido sin ninguna duda la relacionada con uno
de los últimos adelantos de Ralph rompe
Internet (2018), que ha hecho honor a su nombre. Aunque no ha sido Ralph el
que ha incendiado las redes (¡chupito!), sino el fuerte acento escocés de Mérida,
la princesa de Brave (2012), una de
las cintas más infravaloradas de Pixar. ¿Cómo se replicaría esta peculiar
característica en el doblaje español? Todo el mundo (tuitero) tenía una
solución y pocos estuvieron de acuerdo con la que nos dieron
(que, por otra parte, era la esperable). En fin, Scheherezade Surià
os lo explica de forma mucho más detallada en su blog.
También ha levantado cierta polvareda digital la decisión publicitaria de
titular el último film de Rodrigo Cortés, Down
a Dark Hall (2018), como Blackwood en
nuestro país. ¿Cambiar un título en inglés por… un título en inglés? Pues el
propio director ha enumerado las razones que llevaron a hacerlo en
su cuenta de Twitter. Pista: Blackwood es un nombre propio,
correspondiente a la academia en la que estudian las protagonistas. Vamos, que
ha estado la cosa movidita. Solo nos faltaba que James Rhodes hubiera
descubierto el doblaje y tuiteado
algo al respecto… Con semejante panorama, lo más recomendable es tomarse
cualquiera de estas situaciones con humor. Y precisamente de humor vamos a
hablar hoy.
Que la comedia sea
considerada con rotundidad por algunos teóricos como un género intraducible ya
deja entrever (de manera nada sutil) lo complicado de su traslación a otros
idiomas. Gran parte de la culpa de este fenómeno emana de los juegos de
palabras, uno de los elementos más característicos de los textos cómicos. Por
si acaso el único juego de palabras que conoces es el Scrabble, vamos a aclarar
un poco el concepto. Aparte de ejemplos de humor físico y cultural, en una
comedia también podemos encontrar chistes de carácter lingüístico que juegan
con los diferentes significados que puede tener una palabra. Esto puede suponer
un reto de proporciones épicas para el traductor cuando la polisemia de los
términos originales no se repita en su idioma de trabajo. Como siempre, vamos a
analizar las distintas soluciones a las que se recurre para salvar este escollo
partiendo de una película que está plagada de juegos de palabras y que, como es
habitual en este blog, tiene un doblaje realmente ejemplar (nunca mejor dicho).