Buen momento para
retomar un blog de traducción, ¿verdad? Sobre todo, con cierto calamar a medio
cocinar dando tanto
que hablar en redes. Pero no vamos a tirar por ahí, aunque nos diera para más
de una entrada. Ni siquiera voy a alardear más de la cuenta sobre que estos
días se ha estrenado mi
primer trabajo como traductor para Netflix. No. Lo que
me ha animado a darle uso al procesador de textos de nuevo es destacar el
trabajo de un compañero que se ha puesto el mundo pandémico por montera y nos
ha regalado una muestra de lo mejor que puede ofrecernos nuestra profesión.
Ángel Domínguez,
traductor audiovisual nominado a los Premios ATRAE y autor de los divertidos
fotomontajes de la asociación, ha estrenado de forma gratuita Donjuán de cuarentena, una adaptación
del disco Quarantine Casanova de Chromeo.
Y flipas, ha llegado a grabar por su cuenta y riesgo su traducción de las
canciones con ayuda de Miguel A. Sánchez y Nacho López Echeverría.
Ángel se atrevió hasta a incluir su voz procesada como acompañamiento para dar
las réplicas al cantante. Y el resultado ha quedado bastante parecido al
original. Por lo que me cuenta, todo el proceso ha llevado tres meses de
producción desde que adaptó el primer verso.
Él mismo nos explica por
qué se lanzó a esta piscina que tenía toda la pinta de estar vacía: «En pleno
confinamiento, Chromeo sacó este álbum para ayudar a la gente a desahogarse del
mal rollo y demás, y destinar todo lo recaudado a un fondo de ayuda para la
COVID-19. Yo vi el vídeo de “Clorox Wipe”
y me enamoró al instante. Me rondaba la idea de si sería capaz de adaptarlo al
castellano. Salto a un año después, volví a escuchar el álbum entero y me
decidí a probar con esa canción. Después me enganché a otra y probé también a
adaptarla. Y luego ya decidí hacerlas todas y grabarlo en plan profesional,
gracias a que Chromeo publicó las versiones instrumentales de los cinco temas».
Analizar su labor me parece una excusa perfecta para ejemplificar una tarea tan ardua como la adaptación a otro idioma de canciones, que tiene mucho de transcreación, localización o, en definitiva, traducción (elige el sinónimo que quieras según la tarifa que tengas en mente).
El primer tema, «Quiero ser tu hidrogel»
(«Clorox Whipe» en el álbum original)
es el que más apunta maneras de gran éxito. Con ese estribillo tan pegadizo,
como para no hacerlo. Es mucho más fácil desinfectarse las manos hasta dejarlas
sin gérmenes que quitárselo de la cabeza.
Por supuesto, ese
rítmico «Quiero ser tu hidrogel» que se repite sin parar tras estos versos es
la guinda del pastel melódico. Además, el cambio de las toallitas
desinfectantes Clorox (con marca incluida) del original por hidrogel funciona a
la perfección para el público de nuestro país. Otra expresión que destaca para
mí en cada escucha es ese «Entremos en materia» cercano al final que, bueno,
puede significar taaantas cosas...
Pasamos ahora a hablar
de distancia social o, como la llamamos los traductores autónomos, «nuestro día
a día».
El título «Distancia social» es una deliciosa adaptación de «Six Feet Away» que funciona a la perfección a nivel silábico y conceptual. El resto del tema sigue bastante de cerca la letra inglesa, aunque permitiéndose reformulaciones como ese «La casa se me viene encima si no tengo tu calor» que suenan como si se hubieran escrito directamente en la lengua de Cervantes.
En la siguiente
canción, «Tiempo de relax»
(«Stay in Bed»), ya empiezan a
florecer referencias más cercanas a la realidad pandémica española, como
alusiones a nuestra obsesión por creernos panaderos o a ese «himno balconero»
del Dúo Dinámico que nos sirvió para darnos ánimos durante el confinamiento (y
del que acabamos un poquito hartos, para qué negarlo).
El broche final lo pone
«Confinado embajonado»
(«Cabin Fever»), una de las canciones
con más contenido y que más se prestan al juego traductológico. Para muestra,
un botón que me parece que sirve como claro ejemplo del reto creativo que
suponía el proyecto de Ángel y de lo efectivo de sus soluciones:
Wiiii
ResponderEliminar¡Qué gran entrada! Me encanta cómo Ángel Domínguez ha logrado transformar el confinamiento en una oportunidad creativa. Su adaptación del disco Quarantine Casanova de Chromeo al español no solo es ingeniosa, sino también una muestra del talento y dedicación en la traducción audiovisual. El proceso de adaptación de las letras, manteniendo la esencia y ritmo de las originales, es impresionante. Además, la inclusión de referencias culturales españolas, como el "himno balconero" del Dúo Dinámico, añade un toque local que hace la obra aún más especial. Es fascinante cómo ha logrado equilibrar la fidelidad al original con la creatividad necesaria para conectar con el público hispanohablante. ¡Gracias por compartir este proyecto tan inspirador!
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