30 de octubre de 2016

Dóblate tú mismo

¿Conocéis esa sensación tan española de querer que el verano no se acabe nunca? ¿Ese deseo irrefrenable de alargar las vacaciones hasta el infinito y más allá? ¿Esos intentos desesperados de aplazar sine die la vuelta a la rutina típicos de septiembre? Si habéis contestado afirmativamente, os felicito. Eso significa que no sois autónomos. Y que puede que lleguéis a entender por qué se ha retrasado tanto la publicación de esta nueva entrada del blog. Se me ha ido un poco la mano con el paréntesis vacacional, qué le vamos a hacer. Gracias por seguir ahí.

Tranquilos, durante estos meses de ausencia no he dejado de lado mi obsesión por la traducción audiovisual. De hecho, el pasado 27 de septiembre participé en las IV Jornadas del Día del Traductor (TradUA) de la Universidad de Alicante con mi charla Un gran poder conlleva una gran intertextualidad. Abajo os adjunto una fotografía, porque yo tampoco me lo acabo de creer. Como ya os podéis imaginar, me centré uno de mis temas favoritos (y sobre el que ya os he dado la vara un par de veces): la traducción del cine de superhéroes. Las diferencias de traducción entre cómics y películas me sirvieron para explicar por qué la intertextualidad es una propiedad textual tan importante para el traductor audiovisual. Todo aderezado con buen humor y ejemplos sorprendentes. No sé, yo creo que pasamos un rato majo. A ver si podemos repetirlo alguna vez. Por si fuera poco, en el último programa del podcast especializado en cómics 2 Frikis y 1 Murciano me dejaron hablar un ratito sobre todo esto a partir del minuto 01:59:00. Y parecían interesados y todo. Aquí podéis escucharlo.

Sí, acabo de dedicar un párrafo entero a excusarme por no haberme puesto a escribir entradas nuevas antes (y a hacerme algo de autobombo)… pero reconoced que la excusa era buena. Ahora que puedo ver en vuestros ojos que ya me habéis perdonado, es el momento de volver a la normalidad después de estos minutos publicitarios y dar el pistoletazo de salida a la «segunda temporada» del blog. Nos ponemos en marcha descubriendo un aspecto algo curioso del mundo del doblaje antes de volver a nuestros fueros traductológicos en próximas entregas.


Hasta los que somos partidarios de la existencia del doblaje debemos admitir que uno de los argumentos más certeros en su contra es que, por mucho que se esfuerce el encargado de doblar al personaje en español, siempre estaremos condenados a perdernos una parte de la interpretación del actor original: su voz. Afortunadamente, el cine es la industria de los sueños y el único objetivo de Hollywood es convertir nuestros deseos en realidad (o dinero). Bienvenidos al apasionante mundo de las versiones multilingües que mantienen a los mismos actores (léase con un marcado acento británico).